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Cantar y sentir en tu idioma

Mayahuel Xuany*

Fotografía: Mayahuel Xuany

Jun ak’ubal Tseinak xa xkil li vakaxetik K’alal chi vay

Jeche yuun som xa li lik Som xa ay jk’el l-ilol Ay jakbe k’u kelanil A ch’ulel chkaini xutun


Una noche

Veía que las vacas se reían

Mientras yo estaba durmiendo

Por eso me levanté temprano

Y fui a ver al curandero

Le pregunté qué tengo

“Es tu espíritu”, me dijo

J-ilol-Vayijel


“Regresar a lo básico, a nuestras raíces”, es una frase que retumba en los oídos de muchos, pero… ¿Cómo regresar a un lugar desconocido?, ¿cómo habitar una casa vacía?, ¿cómo recoger las huellas que se perdieron en el camino?

En el fondo de un cuartito de adobe, Nana Lucina acomoda los leños, los enfila formando un pequeño círculo, me señala la manera correcta de hacerlo, pues al igual que nosotros, los leños tienen cabeza, cuerpo y pies. Enciende el comal, pequeñas lunas y soles nacen, comienza el origen de mi vida.


Germiné en una casita de palma construida con popotitos y carrizo, envestida con lodo para hacerla fuerte a los ventarrones, cimentada con huesos de copal que podían soportar la lluvia-llanto. Cálida como el útero de mi madre, amorosa como el corazón de mi abuela, florida como mi lengua.

Nana Lucina me llenaba de besos e historias, acostada en un petate lleno de orines me contaba de nahuales y caballeritos, me curaba el empacho con una buena sobada, para sanar la tristeza, me abrazaba fuerte hasta que las lágrimas-palabras brotarán. Nunca me sentí sola, su luz alumbraba mi camino.

Años después ese paisaje se convirtió en un monstruo citadino que enfermaba mis pulmones y me hacía extrañar el cielo de Guerrero. Nunca dejé de visitar la casa de Nana Lucina, ella, nunca dejó de recibirme con amor y comida.


Acostada en su regazo, peinaba mis hebras, untaba aceite verdoso para darle brillo y sedosidad. Mientras me contaba su vida de “antes”, me trenzaba el cabello, formando caracoles en mi cabeza. Creyó en mí antes que yo, pudiera hacerlo.

Tuve la oportunidad de tenerla siendo aún semilla, disfruté de su risa-canto hasta los 30 años, hoy día, no consigo regresar a casa sin pensar que ella me espera, sentada en su pretil, leyendo las estrellas.


Nos movemos en tierras ajenas, atravesamos distintas corrientes, despertamos en otros cielos, con la única finalidad de poder encontrar el camino que nos devuelva a casa. Comenzamos trazando nuestro destino a través de la memoria ancestral que nos heredan las mujeres-sabiduría para curarnos con plantas, hablar con los espíritus y pedir su protección, pero también, existen nuevas formas de entender y expresar lo que uno siente tan adentro, ese latido fulminante, esa voz dormida que espera el momento preciso para despertar… y construir así, nuestro “rostro verdadero”.


Una marabunta de jóvenes busca la comunión entre el pasado-presente, entre las palabras-poder de las abuelas, las enseñanzas de los abuelos, la musicalidad de su lengua materna, los animales sagrados, la comunidad, la vida-muerte. Muchos son los grupos que comienzan a fusionar sonidos modernos de guitarras eléctricas con instrumentos musicales tradicionales, agregando un elemento significativo; cantar-sentir en su propia lengua.


Esta cajita musical esparce sus notas al mundo, nos brinda la posibilidad de acercarnos a esa cosmovisión que habitan las comunidades originarias, dan pauta a salir de ese ensimismamiento cuadrado que se ha vuelto nuestro lugar predilecto, para así, dar saltos a realidades infinitas.

Además, no solo se sitúan en el rock, podemos escuchar blues, hip-hop-, black metal, cumbia, las probabilidades de conocer más de un género musical se albergan en nuestras plataformas favoritas, por qué hay que decir que el trabajo de difusión que han realizado estos artistas ha sido maratónico.


Corría el año 2011, se celebraba el festival “La muerte es un sueño”, el corazón de la ciudad de Puebla estaba a reventar, en el escenario, resonaba con intensidad la lengua náhuatl. Rockercoatl ponía a bailar a los asistentes, que consternados, abrían ojos-oídos a una nueva propuesta musical, dejándose seducir por las mezclas que iban desde la cumbia, el corrido, el rock y el blues.



La primera vez que me encontré con Vayijel (Banda de rock en lengua Bats'i k'op / tsotsil) sentí una tormenta eléctrica recorrer todo mi cuerpo, pues no era una banda que sonará como las demás, era un grupo que apostaba por pronunciar en voz alta su lengua y cultura, aquella que los maternó, allá, en los altos de Chiapas.

Vestidos con sus trajes tradicionales y cargando instrumentos “modernos”, hacían crujir la tierra, invitándonos a mirar otra manera de habitar este mundo.



El fuego sagrado “Hamac Caziim”, banda Comca'ac (Serí) nos invita al cuidado y la preservación de nuestro territorio, de nuestro diálogo con la Natura y los elementos sagrados que nos acompañan a lo largo de nuestros días. Esta banda tiene como fin, a través de sus cantos fusionados con rock, la defensa de la isla Tiburón, el lugar que resguarda la sabiduría del pueblo Comca'ac que se ha visto en peligro debido a las injusticias de las autoridades. La música se ha convertido para ellos, en una protesta inagotable para salvaguardar la vida.



La sexta vocal es una banda originaria de Ocotepec, Chiapas. Pionera de la música contemporánea "O'de tzambac" (Zoque) nos pone a bailar ejecutando magistralmente los ritmos tan característicos del ska y la música tradicional. Su lengua materna ha sido el vínculo de expresión musical al que han recurrido para mantener presente su lengua y cultura, animando a las nuevas generaciones a explorar otros caminos.



Y, por último, no menos importante, tenemos a estos chicos que palpitan en Didxazá, abriendo las venas de la historia de Oaxaca, y recordando cuán importante es que la niñez y juventud estén inmersas en situaciones que afectan su desarrollo y porvenir, sin olvidar, jamás, el lugar donde está enterrado su ombligo.



"Cantar y sentir en tu idioma", es una realidad que comienza a expandirse por todos los rincones de este, nuestro territorio multilingüe, miltidiverso, multisintiente.

¡Así que anímate a navegar en otras lenguas!



*(Nahua. Copalillo, Gro.,1989) Lic. en Psicología por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Docente de Educación Indígena en el nivel Preescolar, Mediadora de lectura, Tallerista y Escritora. Ha cursado diplomados y talleres enfocados a las Literaturas Mexicanas en Lenguas Originarias, Cultura y Educación. También, participado en recitales y conversatorios relacionados con la poesía y la mediación lectora. Creadora del Círculo de lectura virtual-permanente “Las Espinas de Mayahuel”, un proyecto que nació en pandemia, teniendo como objetivo compartir y revisar la Literatura Contemporánea escrita en diferentes Lenguas Originarias.

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