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Cordel Torcido /Mañuwíìn
Hubert Matiúwàa
Aclaró el día,
La luz cayó como cuchillo sobre la tierra,
Nuestra lengua se repartió,
La guardó el ocelote,
La guardó el armadillo,
Y se encuevó en los muertos,
Los abuelos dijeron:
- Necesitamos
Que crezca nuestro pueblo
Y tenga brazos
Como el árbol del águila.
- Ésta es mi piel
Y sobre ella
Cicatrizará la historia de Xáxa –
Dijo el venado.
Nació la primera casa del mundo,
La memoria de Mañuwiín.
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